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CENTENARIO I

La colección de arte chileno MNBA en cuatro miradas

CENTENARIO I

Publicado el 24/03/2010
Entre las celebraciones del Centenario del Palacio de Bellas Artes y del Bicentenario de la República, el ciclo Centenario contempla cuatro exhibiciones de la Colección de Arte Chileno del MNBA, organizadas de acuerdo a los siete ejes temáticos presentados en el catálogo Centenario lanzado el 2009. La primera muestra, comprende las tres secciones abordadas por Milan Ivelic. En el ala Sur del primer piso, entre el 30 de marzo y el 23 de mayo de 2010.

El ciclo Centenario pretende poner en valor las obras de la colección MNBA desde una perspectiva que trasciende el enfoque cronológico, entregando una visión que extiende y enriquece el análisis de las obras, así como de los contextos y procesos relacionados con su producción. Según explica Milan Ivelic, director del MNBA: "Lo importante es privilegiar el carácter transversal, es decir, evitar la cronología lineal y enfocar la mirada en una visión globalizadora que permita reunir obras de distintas épocas de la historia del arte chileno. Por ejemplo, en una misma sección, se mostrarán obras de arte colonial, como el Patrocinio de San José, junto a pinturas contemporáneas como Las Tentaciones de San Antonio de Claudio Bravo, y otras que dan cuenta de fiestas religiosas y tradiciones populares como es el caso de El Velorio del Angelito, de Arturo Gordon. Esta selección permitirá que el público tenga la posibilidad de comprender mejor la forma en que una misma temática es abordada por artistas de distintos períodos".

Imaginario Religioso
Las obras agrupadas bajo esta temática darán cuenta de los cambios del sentido de su producción, desde sus propósitos evangelizadores hasta un afán testimonial que abarca la representación de las tradiciones y las creencias populares.

Las obras de arte ejecutadas durante los siglos XVI, XVII y XVIII estaban destinadas en gran parte a dar a conocer el mensaje cristiano y fueron ejecutadas por encargo, especialmente por las instituciones conventuales de la Iglesia. El Patrocinio de San José (1744) de Gaspar Miguel de Berrío es una obra que permite comprender el carácter evangelizador de las obras de arte virreinal, José, padre adoptivo de Jesús es representado en un primer nivel como patrocinador (o protector) de un grupo de santos y sacerdotes ubicados bajo su manto. En el segundo nivel, ángeles cantores y músicos, y una multitud de cabezas de ángeles con alas. En la zona superior, el artista ejecutó arcángeles que escoltan a Juan Bautista y a la Virgen por un lado, y a sus padres Santa Ana y San Joaquín por el otro. En el eje central de la pintura, se encuentra la concepción simbólica del misterio de la Trinidad.

En el transcurso del siglo XVIII comenzó la incorporación del retrato en forma gradual, una temática que estableció distancia entre el arte y la religión, consecuencia de un lento proceso de secularización, especialmente en las capas sociales ilustradas. Una obra que se podría clasificar de transición hacia la introducción plena del retrato es la obra de Don Manuel de Salzes y familia (1767), quien aparece junto a su esposa Doña Francisca Infante, su hija y una sirvienta. Todos juntan las manos para indicar que están orando. Probablemente Don Manuel le encargó al pintor que los retratara rezando para demostrar su devoción y culto a la Virgen.

Narración Histórica
Artistas extranjeros y chilenos representaron hechos históricos y escenas de la vida social y cívica de nuestro país a comienzos del siglo XIX. Con el advenimiento de la Independencia, el país había entrado a una nueva fase política, social e institucional. Artistas extranjeros fueron contratados por el gobierno para fundar la Academia de Pintura en 184