Se trata de la primera retrospectiva de Cecilia Vicuña en un museo chileno desde 1971, que revisa sus 60 años de trayectoria reuniendo alrededor de 200 piezas, pertenecientes a colecciones públicas y privadas, además de numerosos archivos, documentos y registros audiovisuales. Destaca la enorme instalación en el hall central del MNBA denominada Quipu menstrual (la sangre de los glaciares) , realizada con lanas naturales teñidas a mano en tonos rojos y terracotas.
La exposición toma como punto de partida la justicia ecológica y la urgencia de responder ante la destrucción del planeta, manifestada en la desertificación de la tierra, los incendios en los bosques y la desaparición de los glaciares. Además, la curatoría de Miguel A. López subraya el lugar gravitante de Chile y de la memoria andina en la producción artística de Vicuña, así como el impacto del golpe cívico-militar y los efectos catastróficos del neoliberalismo en el paisaje social y cultural.
También se abordan el entendimiento de su obra como acción -donde el acto creativo convoca nuevas formas de participación e intercambio- lo táctil y la relación palabra/tejido como un posicionamiento político ante el mundo.
Soñar el agua cuenta con el financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y da inicio al programa del MNBA para conmemorar los 50 años del golpe de Estado.
Hall central y salas primer piso,
Museo Nacional de Bellas Artes
José Miguel de la Barra 650, Santiago, Chile.
Chile.
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