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Sebastián Calfuqueo: Nos Aniquilaron

Intervención

Sebastián Calfuqueo: Nos Aniquilaron

Publicado el 19/05/2017
Obra de Sebastián Calfuqueo en hall central del MNBA
Obra de Sebastián Calfuqueo en hall central del MNBA
Una alusión al exterminio del pueblo mapuche interviene la exposición Tránsitos. Colección de Esculturas del MNBA, de la curadora Gloria Cortés. Desde el 19 de mayo hasta el 4 de junio en el hall del MNBA.

En 1867 el escultor Nicanor Plaza presentó El jugador de chueca en la Exposición Universal de París donde obtuvo mención honrosa. La figura  de un joven mapuche que juega al palin, deporte comunitario con fines rituales y socio-políticos, fue trabajada como una imagen estereotipada, blanqueada e higienizada por los artistas del siglo XIX en un intento por rescatar la figura del “buen salvaje”, difundida ya en el siglo XVI durante el proceso de conquista. Esta obra se enmarca en el desarrollo de la llamada “Pacificación de la Araucanía” (1861-1883), guerra y aculturación forzada liderada por Cornelio Saavedra y Gregorio Urrutia, e impulsada por políticos como Benjamín Vicuña Mackenna. Como diputado de Valdivia, este último esgrimía que “la conquista de los pueblos bárbaros, ociosos i vagabundos, es perfectamente lejítima”; palabras dictadas en su discurso frente a la Cámara de Diputados en 1868.

Si bien España, luego de casi cien años de guerra, había reconocido la independencia de la Nación Mapuche en el Parlamento de Quilín en 1641 y cuya soberanía fue ratificada por el estado chileno en el tratado de Tapihue en 1825, se emprende en 1861 una política anti-indigenista que llevaría a la ocupación de los territorios desde el Biobío al sur. Dicha empresa político-militar, potenció y favoreció el asentamiento comercial de los hacendados de la zona, de militares y pobladores chilenos, expropiando y reduciendo los territorios pertenecientes al pueblo mapuche como parte de una política de colonización y fomento productivo de las tierras, iniciando la devastación de sus recursos y el despojo de su patrimonio ancestral que perdura hasta el día de hoy.

En 2015, Sebastián Calfuqueo (1991) presenta su obra Apümngeiñ en la que ubica cinco caballos de resina negra y pelo sintético formando esta palabra en idioma mapuche (mapudungun). Aludiendo al cabello negro indígena, el artista configura este vocablo que deriva del verbo “apüm”, que es “acabar” o “exterminar”, en su traducción al castellano y, por otro lado, “nge” que remarca la voz pasiva  e “iñ” (nosotros). Toda esta frase, conforma el significado de “Nos aniquilaron” o “Nos acabaron”, se refiere al exterminio e invasión sostenida, históricamente, contra el pueblo mapuche.

La palabra Apümngeiñ rodea e invade al jugador de palin en el hall del Museo Nacional de Bellas Artes, en un acto de subversión a la usurpación y donde el cuerpo, territorio situado, actúa como un espacio habitado y lugar de resistencia contra las múltiples opresiones, los efectos históricos, las estructuras racializantes, el colonialismo y el capitalismo neoliberal.

Traducción y asesoría Cristian Vargas Paillahueque.

Sobre las obras:

Nicanor Plaza (Santiago, Chile, 1844 – Florencia, Italia, 1918)

Jugador de chueca (Jugador de palin), 1880

Fundido en bronce y patinado, 153 cm de alto

Colección Museo Nacional de Bellas Artes

Surdoc 2-1413

Sebastián Calfuqueo Aliste (Santiago, Chile, 1991)

Apümngeiñ, 2015

Resina, escarcha negra, elásticos y cabello sintético, medidas variables